lunes, 27 de mayo de 2013

Soñar con ratas.

Siempre he sido medio esotérico para mis cosas.
Creo en las energías, las auras, y sobre todo en el karma (aunque sea un chonchesumadre mal parido).
De lo que siempre he dudado un poco es del significado de los sueños, sobre todo cuando la paginita se va en el plan profético, y te dice cuántos hijos vay' a tener, o cuántos mojones más cagarás, qué se yo.
A lo que le creo mucho eso sí, es la interpretación que la psicología puede hacer de estos. Porque los sueños son, a final de cuentas, proyecciones mentales de sentimientos, de recuerdos, imágenes en clave de la memoria.
Y justo resulta que a veces coincide la explicación esotérica con la "científica", y ahí es donde me lo termino creyendo todo.
La cosa es que, con rasguños en los brazos, me dormí llorando el sábado (otra vez), y soñé con ratones, blancos, como de laboratorio, y la verdad no recuerdo si eran muchos o pocos, pero creo recordar que maté uno en el sueño.
Y buscando qué significaba dicho sueño, la versión esotérica dice que se trata de que "venceré" a mis enemigos, mis problemas.
Considerando que mi musofobia es bastante alta, podría interpretar la idea de un ratón en mi mente, perfectamente como un problema, como una tranca. Y si la aplasté, quizá más que premonitoria, es un aviso de que realmente quiero, necesito y debo aplastar aquél problema.
Y así me sentí como feliz, como genuinamente alegre, porque igual me terminó quedando claro algo que ya tenía más que claro hace rato. Sin embargo la conversa con Perpéculum como siempre me cagó la onda.
Y al final me terminó preguntando qué pasaba si el problema de todo soy yo mismo, que, es de hecho, lo más probable... y me desarmé.